Carta Adviento 2018

A toda la familia colombiana metodista:

Mis queridos hermanos y hermanas: ¡Que la gracia, el amor y la paz del resucitado estén siempre con nosotros!

Se acerca un nuevo año litúrgico y junto con él, el tiempo de adviento. Tiempo que nos devela el amor, el cuidado, la bondad y la misericordia del Dios de la vida por su creación. El tiempo de adviento litúrgico nos invita ir al encuentro con Cristo, con nuestros hermanos y hermanas, y al encuentro con nuestro prójimo. Ahora bien, podremos ir al encuentro si tenemos la capacidad de salir de nosotros mismos e ir a ese encuentro reflejando el amor de ese Dios cuidador y bondadoso.

Este tiempo de adviento nos recuerda que la encarnación y el nacimiento del Hijo de Dios es un acontecimiento trascendental para la creación. El tiempo de adviento ilumina la realidad de nuestra existencia, dado que, nos recuerda la importancia de tener como meta la transformación constante del ser humano. Recordemos que el llamado constante de Wesley, iniciador del movimiento metodista, es un llamado a ser perfectos. Ahora bien, esta perfección es entendida como una premisa en el amor; en otras palabras, nuestras acciones deben tener como base fundamental el amor perfecto hacia Dios y hacia los demás.

Este tiempo de adviento, que a pesar de estar atravesado por nuestro contexto histórico cargado de inequidades, injusticias y de las diferentes formas de violencia, nos conecta con la esperanza del Dios de la vida, dándonos sus señales e invitándonos a salir de las situaciones agobiantes y de incertidumbre.
Habría que decir también, que este tiempo nos invita a vivir el nacimiento del hijo de Dios, acontecimiento que nos convoca a seguir esa luz que ilumina nuestro caminar. Recordemos que el sentido de la navidad es anunciar la salvación, la libertad, el consuelo y la dignidad a los más pequeños del reino.

Este acontecimiento trascendental no es otra cosa que la Manifestación concreta del amor del Dios vivo, y como diría Álvaro Neil (el viajero), “Amar es la mejor educación para cambiar el mundo”

Por lo tanto, en este tiempo de adviento y navidad recordemos y practiquemos aquella frase de Wesley, “haz todo el bien que puedas, por todos los medios que puedas, de todas las maneras que puedas, en todos los lugares que puedas, en cualquier tiempo que puedas, a toda la gente que puedas, y tanto como tú puedas”. Que este mensaje de Wesley, sea un mensaje que ilumine nuestra responsabilidad humana para cuidar de las personas, cuidar de la naturaleza, “nuestra casa común”, y que sea una forma de prepararnos para este año litúrgico y este tiempo en particular.

Les saludo con un afecto entrañable y les bendigo en el nombre del padre, del hijo y la fuerza del Espíritu Santo.

Rev. Luis Andrés Caicedo Guayara
Obispo Iglesia Colombiana Metodista

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